jueves, 22 de diciembre de 2016

Navidad, niños y alcohol: por un poco, sí pasa

Últimamente estamos recibiendo cantidad de noticias relacionadas con los preadolescentes y el consumo de alcohol, en el cual se van iniciando a edades cada vez más tempranas. A la desgraciada noticia de la muerte de una niña de 12 años en un pueblo de Madrid el pasado 1 de noviembre han seguido otras de menores de edades similares en estado grave, después de participar en botellones y actividades de ese estilo, normalmente durante su tiempo de ocio. 

Por otra parte, estas fiestas que empiezan a menudo vienen acompañadas por el consumo de alcohol, frecuentemente en cantidades considerables, durante las reuniones familiares. Empezamos con una cervecita con las tapas, seguimos con el vino blanco para acompañar el marisco y/o pescado, después el tinto con la carne, luego -si se tercia- un oporto u otro vino dulce con los turrones y, después, el champán para brindar. Más tarde, con la sobremesa, todavía pueden caer unos chupitos o un gin-tonic.

Los niños, incluso de pocos años, participan de ese ambiente y no es raro que, en el momento culmen del brindis tras las uvas, pidan un poquito de champán para brindar ellos también. Y tampoco es raro que algún miembro de la familia diga: "Por un poco, no pasa nada", y se lo dé.
Imagen de 123rf

Pero por un poco, sí pasa. En primer lugar, el efecto del alcohol en los niños es mucho más grave que en adultos, pues tanto su cerebro como otros órganos, especialmente el hígado, están todavía en proceso de formación, por lo que son mucho más vulnerables a su ingesta. Pero, al ser éste un consumo esporádico y en muy pequeñas cantidades, no es lo que más nos preocupa. Lo peor de esta permisividad es reforzar en los niños las ideas de que, para divertirse, hay que beber y de que, en ocasiones especiales, está permitido hasta para ellos. Además, el interés que normalmente tienen los pequeños por parecerse a los mayores, por hacer lo que hacen ellos y ser como ellos en este caso, desde luego, no ayuda.

Por eso, te deseamos muy felices fiestas y este año te recomendamos que, si consumes alcohol durantes las celebraciones, lo hagas con moderación y que no ayudes a los niños a iniciarse en su consumo. Porque por un poco, sí pasa.

Felices fiestas y un año nuevo lleno de salud, alegría y bienestar

Dr. J.M. López Matía
Director médico de Clínica Panaderos
Cuídate y déjanos cuidarte

domingo, 11 de diciembre de 2016

De niño mimado a tirano (II): ¿cómo evitarlo?

En nuestra anterior entrada hablábamos sobre los niños excesivamente mimados, que pueden convertirse en tiranos, y dejábamos dos cuestiones pendientes: ¿Cómo evitamos llegar a este extremo? ¿Y qué hacemos si ya nos encontramos en él?

En el caso de la primera, las propias características de un niño excesivamente mimado nos dan las claves sobre cómo evitarlo.La primera de ellas, reclamar constantemente la atención de los demás puede indicar un excesivo egocentrismo, así como cierta inseguridad personal: necesita que todos estén pendientes de él, porque él es lo más importante (incluso lo único importante) o porque no se siente arropado, valorado, atendido debidamente. Lo peor que podemos hacer es incrementar nuestro nivel de atención hacia él: no se trata de cantidad, sino de calidad. Debe aprender que no es nuestro único centro de atención, aunque sea muy importante para nosotros, que tenemos que (o queremos) ocuparnos de otras personas y asuntos. Habrá que hacerle entender que, aunque no estemos constantemente pendientes de complacerlo, eso no significa que no nos importe.

Su baja tolerancia a la frustración (que puede dar lugar a los frecuentes episodios de enfado y ansiedad) es otra de las características en las que habrá que trabajar. A muchas personas, tanto niños como adultos, les cuesta entender que las frustraciones se van a presentar antes o después en la vida y, probablemente, se presentarán muchas más veces de las que pensamos. No podemos permitirnos evitárselas siempre mientras son pequeños, porque en algún momento se encontrarán frente a una situación frustrante ante la cual no dependa de nosotros "salvarlo" (un suspenso, un juguete de otro niño, un viaje que no puede o no podemos hacer, un móvil caro que no podemos permitirnos comprar...) y será mucho peor: pueden llegar a causarle grandes sufrimientos y reacciones desproporcionadas. El niño no puede huir siempre de la frustración, tiene que aprender a superarla. Para ello, deberá comprender que hay situaciones que no están a nuestro alcance para las que la única salida es la aceptación. Y habrá otras que pueda superar pero cambiando su estrategia, modificando su comportamiento, lo cual requerirá que reflexione (para lo cual, según su edad, puede requerir nuestra ayuda) y actúe en consecuencia. Por ejemplo, si se enfrenta a su primer suspenso, tendrá que saber en qué ha fallado, pensar cómo va a cambiar su forma de enfocar el estudio de esa asignatura, y luego actuar de acuerdo con ello. Nuestra labor como padres podrá centrarse en dotarlo de las herramientas para aceptar o superar la frustración, pero es nuestro hijo quien tiene que afrontarla.

Otro de los aspectos del niño mimado, la baja empatía, no es algo que pueda corregirse fácilmente. Lo mejor es trabajarlo desde que son pequeños, aunque más vale tarde que nunca: aprender a hablar de sus sentimientos, así como oírnos hablar de los nuestros le ayudará a identificar emociones, tanto positivas como negativas en él mismo y en los demás, lo cual es un primer paso importante para "ponerse en el lugar del otro", para entender qué siente y analizar por qué. Difícilmente podrá reconocer los sentimientos de otras personas si no es capaz de identificar los suyos y expresarlos adecuadamente.

Recoger también es tarea suya - Imagen de 123rf
En cuanto al desafío constante a las normas, que considera externas a él, hay que insistir en la necesidad de que el niño reconozca y respete las normas desde pequeño. Esto tiene dos vertientes: el conocimiento de las normas y de las consecuencias que tiene no respetarlas. En cuanto al primer aspecto, las normas, excepto en casos de familias monoparentales, deben ser acordadas entre los padres y explicadas adecuadamente al niño. Y es fundamental mantener el acuerdo, de manera que el niño no se aproveche de la persona más flexible, para pedirle a ella permiso y luego utilizarlo como pretexto ante la otra persona. Además deberán estar adaptadas a su edad, siempre fáciles de comprender e inamovibles (salvo en casos muy especiales). Y también deberemos hacer partícipes de ellas a otras personas que cuiden al niño o niña: abuela, tíos, una canguro o  empleada doméstica... En caso de los abuelos y tíos, especialmente los primeros, suelen ser más permisivos, pero tendremos que acordar con ellos unos límites que no se deben traspasar. Y conviene incluir entre las normas alguna que se refiera a su participación en las tareas del hogar, siempre adecuada a su edad, pero que le ayudará a educarse en la responsabilidad, sin contrapartidas innecesarias.

La segunda vertiente de las normas implica las consecuencias que tiene no respetarlas. Lo más sensato es, cuando expliquemos al niño una norma, explicarle la consecuencia de su incumplimiento, que se deberá haber fijado con antelación. Los castigos impuestos en caliente, y menos en medio de una discusión acalorada, frecuentemente no son proporcionados, ni adecuados para corregir la actitud inapropiada. Y es muy importante no amenazar con castigos que no vamos a cumplir. Lo de "como no dejes ya la videoconsola" te la voy a quitar para los próximos seis meses" puede ser desproporcionado y generalmente al final vamos a ceder y no lo vamos a aplicar. Es mejor fijar el tiempo que puede jugar a los videojuegos diariamente y, si un día se pasa, descontarle el tiempo al día siguiente: "Ayer tenías 45 minutos de juego y estuviste una hora y cuarto, así que hoy sólo te quedan quince minutos". Y cumplirlo a rajatabla, a pesar de sus protestas y su berrinche. Así irá aprendiendo que incumplir las normas no trae cuenta.

Un último aspecto importantísimo que los adultos tenemos que saber acerca de las normas es que no es necesario, ni apropiado, negociarlas todas con el niño. Algunas se pueden negociar, como la mejor hora para estar un rato jugando con el móvil o la tableta, pero no el tiempo máximo de uso, que es algo que debemos fijar los mayores con sentido común. Las normas que establecemos los adultos son por el bien del niño y de toda la familia y muchas de ellas no tienen por qué estar sujetas a un juego de negociación. Por mucho que el niño no esté de acuerdo. Y tampoco entraremos en un "si tú me das, yo te doy", del estilo de: "Hago los deberes si me dejas un rato más con el ordenador". Los deberes hay que hacerlos y punto. Y el tiempo máximo de ordenador ya debería estar establecido y ser respetado. Negociar determinadas normas importantes con un niño pocos años supone asignarle una responsabilidad que, por su corta edad y su escasa experiencia vital, no está en condiciones de asumir.

Para la próxima entrada dejamos el tema de qué hacer si ya nos encontramos ante un niño tirano.

Área de Psicología - Clínica Panaderos


sábado, 26 de noviembre de 2016

De niño mimado a tirano: ¿dónde está el límite?

Educar a los hijos es, sin duda, una labor difícil. No siempre se puede encontrar el equilibrio entre autoridad y libertad: hasta dónde debemos permitir y dónde están los límites adecuados. Últimamente se oye mucho el término "sobreprotección", con toda la carga negativa que conlleva. Es indudable que queremos proteger a nuestros hijos, que no les ocurra nada malo, evitar peligros, disgustos y malos ratos. Pero evitarles todo lo negativo, ¿va a hacer de ellos personas más responsables y capacitadas para enfrentarse a la vida?

Por otra parte, la baja natalidad en España en los últimos años muestra una consolidación en la tendencia del hijo único, lo cual ayuda a que, en muchos casos, el niño o la niña reciba toda la atención, todos los cuidados, todos los mimos y todos los recursos de su unidad familiar y que crezca siendo el centro de ella.

Otro aspecto a considerar es el retraso de la maternidad en España. Actualmente el 33% de los niños que nacen en España son hijos de mujeres de más de 35 años. En 2012 hubo el triple de embarazos en mujeres de más de 40 años que en 2000. Y la tendencia, con el desarrollo de las técnicas de fecundación asistida, va en aumento. Aunque no vamos a entrar en las posibles causas y consecuencias, es indudable que en pocos años veremos (ya estamos viendo) padres y madres de hijos adolescentes, con edades cercanas a los 60 años, edad a la que no siempre se tienen las fuerzas para enfrentarse adecuadamente a los conflictos y dificultades que frecuentemente surgen con los hijos en esta etapa, sobre todo, si se ha ido postergando la tarea de inculcar la necesidad de unas normas y la educación en la responsabilidad y el respeto.

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Paralelamente, en nuestro país se está incrementando el número de agresiones de menores a sus padres. Según el estudio  de The Family Watch "Menores violentos ¿Un tema menor? Violencia filioparental y uso indebido de la tecnología", presentado en junio de este año, la violencia ejercida por los hijos menores de edad sobre sus padres ha aumentado un 223 por ciento en España desde 2007 a 2014.

Entonces, ¿cómo puede ser que muchos niños y adolescentes (sin querer generalizar) estén mejor atendidos, mejor cuidados, mejor protegidos que nunca y, sin embargo, se produzcan más agresiones y malos tratos hacia los padres que nunca? Aunque no es una respuesta sencilla, ni tiene una causa única, en nuestra opinión algo tiene que ver en ello: "más" no siempre quiere decir "mejor". En otras palabras: dar a los hijos todo lo que quieren no implica que eso sea lo que necesitan, ni lo que les conviene.

Volvamos, entonces, al título de la entrada: ¿Dónde está el límite entre un niño mimado y un tirano? Diríamos que un niño mimado y más tarde excesivamente mimado acabará, posiblemente, convirtiéndose en un tirano. Los niños a partir de los 3-4 años intentan "medir" su poder frente al de sus padres, se empeñan en que se les compren golosinas o juguetes, en hacer lo que les apetece y en no hacer lo que les pedimos... Y si no consiguen lo que quieren, rabieta al canto. Es una forma de llamar la atención y forzarnos a conseguir sus deseos. Pero muchas veces cedemos por distintas razones: por evitar el escándalo en un lugar público (véase centro comercial, kiosco, etc.) o simplemente porque no tenemos ganas de jaleos y buscamos un poco de tranquilidad. El problema es que, cediendo en estos casos, reforzamos el comportamiento del niño o la niña, quien acaba aprendiendo que, si se enrabieta lo suficiente, terminará por conseguir lo que quería. Y según va creciendo en edad, sus rabietas y exigencias se van volviendo más fuertes y sus presiones, más intensas.
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¿Y cuáles son las características de un niño excesivamente mimado o tirano? No todos presentan exactamente las mismas características y/o en el mismo grado, pero en general, el niño muy mimado:

  • Reclama constantemente la atención de los demás, pues se cree el centro del mundo y espera que satisfagan inmediatamente sus deseos.
  • Se siente frecuentemente enfadado y ansioso, pues no siempre consigue lo que quiere. Además, está casi siempre insatisfecho, porque, en cuanto lo consigue, pide algo distinto.
  • Tiene baja tolerancia a la frustración, la incomodidad, el aburrimiento o a no conseguir inmediatamente lo que ha pedido.
  • Es poco empático, no puede ver cómo afectan sus conductas a los demás, ni reconocer que pueden sufrir por su causa.
  • Desafía constantemente las normas que se le quieren inculcar, pues las ve como una imposición externa con la que no está de acuerdo. Además, tiene poca tolerancia al castigo, entre otros motivos porque la culpa siempre es de los demás y sus propias conductas siempre tienen justificación.

Todo esto respecto a un niño muy mimado. Pero en el ámbito de la Psicología,aunque no hay un criterio universal, se suele considerar que el niño tirano, o niño con el "síndrome del emperador" ha traspasado ese terreno, para llegar al maltrato filioparental: hijos que maltratan a sus padres psicológicamente, amenazan, insultan, tiran objetos, dan golpes a paredes, puertas y muebles, e incluso, que los agreden físicamente. Puede parecer un problema de poca importancia, pero, mientras en el año 2008 se produjeron 2.000 denuncias, en 2015 se registraron 10.000. Solo en 2013 se iniciaron 4.659 procedimientos a jóvenes mayores de 14 años por este tipo de sucesos. Y hay que tener en cuenta que muchos casos no se denuncian por vergüenza y que los menores de 14 años en España no tienen responsabilidad penal, por lo que están excluídos de esta estadística. En España se producen al año unas 400.000 agresiones de hijos a sus padres y, según el psicólogo Javier Urra, el 13% de los jóvenes entre 12 y 18 años maltrata física o verbalmente a sus padres.

¿Cómo evitamos, entonces, llegar a este extremo? ¿Y qué hacemos si ya nos encontramos en él? Lo veremos en la siguiente entrada de nuestro blog.

Área de Psicología - Clínica Panaderos

domingo, 6 de noviembre de 2016

Duchar o bañar, pero no afeitar..., dice la OMS

La OMS recomienda 29 formas de detener las infecciones quirúrgicas y evitar microorganismos multirresistentes

Según nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinadas a salvar vidas, reducir costos y detener la propagación de microorganismos multirresistentes, quienes vayan a someterse a intervenciones quirúrgicas deben bañarse o ducharse, pero no hay que afeitarlos, y para prevenir infecciones solo se les deberían administrar antibióticos antes y durante la intervención, pero no posteriormente.

Las Directrices mundiales para la prevención de infecciones quirúrgicas contienen una lista de 29 recomendaciones concretas hechas por 20 de los principales expertos mundiales a partir de 26 revisiones de las evidencias más recientes. El objetivo de las recomendaciones, que también se han publicado hoy en la revista The Lancet Infectious Diseases, es hacer frente a la creciente carga de infecciones asociadas a la atención sanitaria tanto para los pacientes como para los sistemas de salud.
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“Nadie debería enfermar al buscar o recibir atención”, dice la Dra. Marie-Paule Kieny, Subdirectora General de la OMS para Sistemas de Salud e Innovación. “La prevención de las infecciones quirúrgicas nunca ha sido más importante, pero es compleja y requiere diversas medidas. Estas directrices son un valioso instrumento para proteger a los pacientes”.

Las infecciones quirúrgicas, causadas por bacterias que penetran a través de la incisión, ponen en peligro la vida de millones de pacientes cada año, y contribuyen a la propagación de la resistencia a los antibióticos. En los países de ingresos bajos y medianos, un 11% de los pacientes operados sufren infecciones. En África, hasta un 20% de las mujeres sometidas a cesárea sufren infecciones de la herida que comprometen su salud y su capacidad para cuidar a los hijos.

Pero las infecciones quirúrgicas no son un problema únicamente para los países pobres. En los Estados Unidos de América contribuyen a que los pacientes pasen 400 000 días más en el hospital, con un costo adicional de US$ 900 millones al año.

Prevención de las infecciones antes, durante y después de la intervención

Las directrices contienen 13 recomendaciones para el periodo prequirúrgico y 16 para prevenir las infecciones durante y después de la intervención. Dichas recomendaciones van desde simples precauciones, como bañar o duchar al paciente antes de la intervención o la mejor forma de que el equipo quirúrgico se limpie las manos, hasta orientaciones sobre cuándo utilizar antibióticos para prevenir las infecciones, los desinfectantes que hay que emplear antes de la incisión o las suturas que hay que usar.

“Antes o después, muchos de nosotros necesitaremos una intervención quirúrgica, pero nadie quiere contraer una infección en el quirófano”, dice el Dr. Ed Kelley, Director del Departamento de Prestación de Servicios y Seguridad de la OMS. “Aplicando estas nuevas directrices, los equipos quirúrgicos pueden reducir daños, mejorar la calidad de vida y contribuir a detener la propagación de la resistencia a los antibióticos. También recomendamos que los pacientes que vayan a ser intervenidos le pregunten al cirujano si va a seguir las recomendaciones de la OMS”.
Superbacteria Staphylococcus aureus - Imagen de CDCP PHIL

Hasta ahora no había directrices internacionales basadas en evidencias y la interpretación de las evidencias y recomendaciones de las directrices nacionales no era uniforme. Las nuevas directrices de la OMS son válidas para todos los países, adaptables a las circunstancias locales y tienen en cuenta la firmeza de las evidencias científicas, los costos y recursos necesarios, y los valores y preferencias de los pacientes. Por otra parte, al ofrecer recomendaciones más detalladas sobre la prevención de las infecciones, complementan la popular Lista de verificación de la seguridad quirúrgica publicada por la OMS.

Detención de la propagación de la resistencia a los antibióticos

Otro hecho importante es que las directrices recomiendan que para prevenir infecciones solo se utilicen antibióticos antes y durante la cirugía, una medida crucial para detener la propagación de la resistencia a los antibióticos. Al contrario de lo que es habitual, no se deben utilizar antibióticos después de la cirugía.

Los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones bacterianas. La resistencia se produce cuando las bacterias sufren cambios a consecuencia del uso de estos medicamentos. La resistencia aparece de forma natural con el tiempo, pero el uso inapropiado de los antibióticos en los humanos y los animales está acelerando rápidamente el proceso.

La resistencia a los antibióticos está poniendo en riesgo los logros de la medicina moderna. Sin antibióticos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, la quimioterapia del cáncer, las intervenciones quirúrgicas como la cesárea o las prótesis de cadera, y los trasplantes de órganos se volverán mucho más peligrosos y aumentarán las estancias en el hospital, los costos médicos y la mortalidad.

Muchos estudios revelan que aplicación de diversas medidas preventivas reduce significativamente los daños de las infecciones quirúrgicas. Un estudio piloto realizado en cuatro países africanos mostró que la aplicación de algunas de las nuevas recomendaciones podría reducir las infecciones quirúrgicas en un 39%. Sobre la base de estos ejemplos de éxito, la OMS está elaborando una guía y una serie de herramientas que ayudarán a las autoridades nacionales y locales a poner en práctica las recomendaciones.

Si quieres acceder al documento completo, pulsa en este enlace (documento PDF en inglés, 184 páginas, 1,43 Mb). Y si quieres saber cómo puedes ayudar a nivel personal para que no aumente la resistencia a los antibióticos, puedes leer esta entrada de nuestro blog.


lunes, 31 de octubre de 2016

Aditivos alimentarios: Códigos E

La preocupación por la alimentación como factor importantísimo en la propia salud no es algo nuevo, aunque desde la universalización de Internet, con la ingente cantidad de información (no siempre acertada) que aporta, se ha hecho mucho más patente en la población en general. Probablemente, el grupo de productos con peor fama es el de los aditivos alimentarios (conservantes, colorantes, edulcorantes...), los que empiezan la "E" seguida de un número. Pero, aunque los hay realmente peligrosos (por lo que en la Unión Europea están prohibidos), o potencialmente peligrosos, si se consumen en elevadas cantidades, otros no presenta ningún riesgo. 

Es necesario reconocer que su uso es imprescindible en nuestra sociedad actual, en que la cantidad de productos alimenticios que encontramos a nuestra disposición y el tiempo que transcurre entre su recogida, procesado, y el momento en que los servimos en la mesa harían imposible el consumo de la inmensa mayoría de esos alimentos. En palabras del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación: "Los aditivos cumplen varias funciones útiles en los alimentos, que a menudo damos por sentado. Los alimentos están sometidos a muchas condiciones medioambientales que pueden modificar su composición original, como los cambios de temperatura, la oxidación y la exposición a microbios, . Los aditivos alimentarios tienen un papel fundamental a la hora de mantener las cualidades y características de los alimentos que exigen los consumidores, y hacen que los alimentos continúen siendo seguros, nutritivos y apetecibles en su proceso desde el "campo a la mesa".La utilización de aditivos está regulada conforme a tres criterios: que tengan una utilidad demostrada, que sean seguros y que no induzcan a error al consumidor."

Pero, ¿cómo puede el consumidor que va a comprar cualquier producto para su consumo entender lo que está comprando? En Internet se pueden consultar diferentes listas de aditivos permitidos y potencialmente peligrosos o totalmente desaconsejados, como esta elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios [] (archivo PDF). No obstante, es una solución poco práctica ir con unos cuantos folios al supermercado o a la tienda y ponerse a comprobar número por número.

Una solución más sencilla puede ser la instalación en el móvil de una aplicación de consulta que nos permita ver las características de los aditivos que contiene el alimento que nos interesa. Hemos probado una de ellas y es la que a continuación te presentamos. Se trata de "Códigos E - Aditivos Alimentarios", en la versión gratuita. Es una aplicación de David Rodríguez, de la cual existe una versión de pago, para eliminar los anuncios, cuyo precio es de 0,99 €. Aunque hay otras disponibles en Google Play, esta tiene la valoración más alta entre todas las gratuitas, con una puntuación de 4,7/5. Además, no solicita permisos especiales, lo cual es muy recomendable.

La instalación es sencilla. Al abrirla encontramos en la parte de arriba de la pantalla la conocida lupa de un buscador seguido de la letra E-. Podemos introducir los números con el teclado del smartphone o decirlos pulsando el botón del micrófono que veremos arriba a la derecha. Hemos encontrado más facilidad en el reconocimiento de voz si pronunciamos las cifras una a una, que si decimos el número completo ("tres, uno, cero", mejor que "trescientos diez"), lo cual posiblemente se deba al propio sistema de reconocimiento de voz de Google, más que a esta app en sí. Pero tampoco es un inconveniente; simplemente conviene darse cuenta del detalle.

Debajo del buscador, si no introducimos ningún número, aparece toda la lista de aditivos, por la cual podemos desplazarnos haciendo scroll en la pantalla. Pero, con lo bien que funciona el buscador, no merece la pena desplazarnos, a no ser que queramos ver uno de los primeros de la lista. Los aditivos aparecen sobre fondo verde, si son inofensivos, amarillo, si hay que consumirlos con precaución, y rosa, si son peligrosos. 

Una vez que tenemos el número y el nombre del aditivo en pantalla, tocamos sobre él y nos lleva a otra pantalla en la que aparece nuevamente el número y el nombre, con información ampliada: tipo, origen, uso, posibles efectos adversos y toxicidad, además de un botón para compartir la información. Además, hay un botón de altavoz, que en teoría es para oír la información en lugar de leerla, pero en nuestro teléfono no ha funcionado. No sabemos si es por la configuración de síntesis de voz del dispositivo o por otra razón.

Por otra parte, en la parte superior derecha de todas las pantallas hay un botón "i" que nos lleva a una breve información sobre los aditivos alimentarios, además de la exención de responsabilidad por posibles errores. 

En cuanto a nuestras pruebas, como hemos dicho la instalación es sencilla. La hemos probado en un Samsung Galaxy S7 Edge y ha funcionado con total fluidez y sin ningún "cuelgue", aparte de la cuestión del botón de sonido antes mencionada. La interfaz es clara y sencilla, lo cual contribuye a la rapidez de funcionamiento. Está disponible para dispositivos con sistema operativo Android, versión 2.2 y superiores, y puedes descargártela pulsando en este enlace.

Para terminar, nuestra opinión es que, si te preocupan los aditivos alimentarios, una aplicación como esta, sencilla, sin permisos especiales, rápida y, además, gratis, puede serte muy útil. Por todo ello, la recomendamos sin ninguna duda.

martes, 13 de septiembre de 2016

Convocatoria FSE 2016-17: MIR, EIR, PIR, BIR...

En el BOE de hoy, 13 de septiembre de 2016 se ha publicado la Orden SSI/1461/2016, de 6 de septiembre, por la que se aprueba la oferta de plazas y la convocatoria de pruebas selectivas 2016 para el acceso en el año 2017, a plazas de formación sanitaria especializada para Médicos, Farmacéuticos, Enfermeros y otros graduados/licenciados universitarios del ámbito de la Psicología, la Química, la Biología y la Física. Si quieres descargarte la convocatoria completa en PDF, pulsa en este enlace.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha publicado oferta de 7.772 plazas de Formación Sanitaria Especializada, así como la convocatoria de la prueba selectiva 2016-2017.

Los contenidos más relevantes son:

Fecha de examen: 28 de enero de 2017

Plazas ofertadas para esta convocatoria:
  • Médicos (MIR): 6.328 plazas.
  • Enfermería (EIR): 994 plazas.
  • Farmacéuticos (FIR): 239 plazas.
  • Psicólogos (PIR): 128 plazas.
  • Biólogos (BIR): 34 plazas.
  • Radiofísicos (RFIR): 30 plazas.
  • Químicos (QUIR): 19 plazas.

Calendario de las pruebas selectivas

Plazo de presentación de instancias
Del 19 al 28 de septiembre de 2016, ambos inclusive
Exhibición Relaciones Provisionales de Admitidos
A partir del 11 de noviembre de 2016
Exhibición Relaciones Definitivas de Admitidos
A partir del 29 de diciembre de 2016
Fecha del examen
Sábado 28 de enero de 2017
Exhibición de Plantillas de Respuesta Correctas
A partir del 6 de febrero de 2017
Plazo reclamaciones a las Plantillas de Respuestas correctas
7, 8 y 9 de febrero de 2017
Reunión de las Comisiones Calificadoras
21 de febrero de 2017
Exhibición de las Relaciones Provisionales de Resultados
A partir del 28 de febrero de 2017
Exhibición de las Relaciones Definitivas de Resultados
A partir del 24 de marzo de 2017
Actos de Asignación de Plazas
A partir del 10 de abril de 2017
Plazo de Incorporación
22 al 26 de mayo de 2017

Si quieres ver la nota de prensa completa del MSSI, pincha en este enlace.

Si quieres ver más información en la página de FSE del MSSI (documentación, requisitos, localidades de examen, etc.), visita esta página de información general.

Además, si quieres aprovechar mejor tu tiempo y prepararte el examen en cualquier rato libre, repasando preguntas y respuestas, viendo imágenes, etc., en nuestro blog tienes reseñas sobre algunas apps gratuitas (tanto para Android como para iOS) para prepararte el MIR, EIR, BIR, PIR, etc., utilizando tu tablet o smartphone

Si te vas a presentar al examen de FSE 2016-2017 en cualquiera de sus modalidades, te aconsejamos que empieces cuanto antes y te deseamos mucha suerte.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Vuelta al cole y estrés: lo normal

Durante las últimas semanas estamos leyendo montones de artículos en prensa y entradas en blogs hablando sobre cómo preparar a los pequeños y no tan pequeños para la vuelta al cole: consejos para evitar el estrés de los niños, hacerlos protagonistas para que se involucren, participen y lo superen con más facilidad... Toda clase de opiniones y puntos de vista sobre tan "estresante" acontecimiento anual para los chavales.

Para algunos menores, la vuelta al cole puede ser problemática, especialmente en el caso de quienes hayan sufrido acoso escolar (el llamado bullying), niños muy introvertidos o con determinados problemas de carácter, que pueden necesitar una ayuda específica y un seguimiento más constante. También se complica un poco la situación en el caso de cambio de colegio, por lo que tendremos que estar atentos durante las primeras semanas o meses para asegurarnos de que la integración de nuestro hijo o hija es la adecuada y prevenir el fracaso escolar. Pero en la mayoría de los casos, y para la mayoría de escolares, es un proceso completamente normal: cientos de miles de alumnos vuelven a las aulas un poco nerviosos. En el caso de los adultos, hablábamos en nuestra entrada ¿Otra vez el "síndrome postvacacional"?  de que en general a todo el mundo le fastidia, al menos un poco, terminar las vacaciones y volver al trabajo y la rutina, pero muchas veces es sólo eso, un fastidio pasajero. Creemos que en los niños pasa más o menos lo mismo: de dos meses de libertad, juegos, algún viaje y horarios bastante flexibles, tienen que pasar a las obligaciones, deberes, estudios, horarios mucho más rígidos y responsabilidades. Y eso fastidia, pero nada más. Repetimos: no incluimos aquí los casos más difíciles, sino lo habitual en miles y miles de escolares.

Además, los niños tienen la ventaja de que les atrae volver a encontrarse con sus amigos, tener en muchos casos material escolar nuevo, recuperar el recreo..., situaciones que con frecuencia compensan la incertidumbre y la parte más negativa de esa vuelta al cole. Así que, insistimos, el proceso se completará en pocos días o semanas con total normalidad en la mayoría de los casos. Todos, desde pequeños, nos enfrentamos a diferentes situaciones de estrés y superar la vuelta al cole con naturalidad supondrá para los pequeños el refuerzo de sus propias capacidades.

Imagen de Freepik
Reconocemos que el asunto es más difícil para los alumnos de educación infantil, especialmente los de 3 años, a quienes un entorno desconocido y una situación totalmente nueva les produce frecuentes llantos e incluso rabietas. Una buena medida para ellos es que la despedida de los padres, abuelos, o la persona que los acompañe, sea lo más breve posible. Mejor dejarlos en la puerta del colegio que en la de la clase, nunca entrar con él en el aula (si los profesores no lo piden) y, si llora, no esperar a que se le pase, pueden ayudar a que el mal rato sea más corto. Las despedidas interminables con el niño o niña en brazos llorando y quejándose, más que ayudar, alargan innecesariamente este momento de angustia, por más que intentemos consolarlos y darles argumentos sobre lo bien que se lo van a pasar y lo mucho que van a aprender.

En cuanto a los niños algo mayores, es fundamental que no les transmitamos nuestra propia preocupación por su vuelta al cole. Los pequeños muchas veces oyen cuando parece que no están escuchando. Cuando se juntan unos cuantos adultos y, mientras sus hijos juegan, comentan: "espero que la profesora de este año sea mejor que la del pasado", o "a ver si este año lo lleva mejor, que el curso pasado lo empezó fatal", o comparten los comentarios de los temibles grupos de WhatsApp del cole, los niños pueden estar oyendo esas conversaciones, lo cual posiblemente incremente su estrés y su perspectiva negativa sobre la vuelta a clase.

En cualquier caso, no podemos olvidar que la sobreprotección es muy negativa: no podemos echar a correr cada vez que nuestro hijo se enfrenta al mínimo contratiempo, para protegerlo entre algodones, si queremos que crezca sano y capaz. Así que ayudémosles a superar la vuelta al cole quitando importancia a las pequeñas dificultades y dando una impresión de normalidad, aunque sin dejar de estar atentos a que todo vaya bien. Es como cuando los llevamos al parque: tenemos que dejarlos jugar, pero sin dejar de echarles un ojo.

martes, 6 de septiembre de 2016

Menores y coma etílico: ¿Qué hacer?

Leemos en la prensa el caso de una madre de Massachussets que ha publicado en Facebook una foto de su propia hija, Ryleigh Payton, intubada tras un coma etílico, para alertar sobre el riesgo de la ingesta de alcohol entre los menores, que incluye un enlace a la página en la que la madre ha publicado su propio relato de lo sucedido, junto con fotos de su hija.

Pero el objetivo de la madre al publicarlo no es solamente alertar sobre los peligros del alcohol en menores, sino sobre la necesidad de que quienes están a su alrededor sepan qué hacer en estos casos. O, por lo menos, de que hagan algo En el caso de Ryleigh, al parecer, todas sus amigas, mejores de edad, al ver que empezaba a encontrarse realmente mal, en lugar de pedir ayuda, la dejaron y se fueron. Seguramente se asustarían por la posibilidad de que sus padres se enterasen de que estaban, como diríamos aquí, haciendo botellón. Fue una conocida quien inició la localización de la madre y llamó a Emergencias, lo cual seguramente salvó la vida de esa chica. Así pues, ha sido la propia madre quien ha pedido que su caso se sepa y se difunda para que los menores sepan qué hacer en un caso como el que nos ocupa.
Ryleigh Payton - Foto publicada por su madre

Estamos completamente de acuerdo en que es necesario que todo el mundo, pero especialmente los adolescentes y jóvenes, sepan qué hacer ante una intoxicación etílica grave. En primer lugar, deberíamos hablar con nuestros hijos y explicarles que, ante un riesgo real, la importancia de una bronca o un castigo es irrelevante, respecto a la importancia de salvar una vida. Y como padres, deberíamos ser conscientes de que si nuestros hijos actúan como deben en un caso similar, la bronca o el castigo pueden ser, no sólo irrelevantes, sino contraproducentes. Es mejor hablar con madurez y sentido común, hacer que entiendan los peligros del alcohol y la importancia de su respuesta, que ponerles un castigo, el cual la próxima vez podría hacerles guardar silencio o, como en el caso de las "amigas" de Ryleigh, hacer que se alejen del lugar y la persona afectada.

En cualquier caso, si nos encontrarmos un caso de intoxicación etílica, ya sean menores o mayores de edad, lo más importante es valorar el grado de consciencia del afectado, así como la frecuencia cardíaca y respiratoria. Si está consciente y en más o menos buenas condiciones, y respira con normalidad, tenemos que asegurarnos de que esa situación no empeora. A continuación conviene avisar a un familiar, aunque los adolescentes siempre se resistirán para evitar las broncas o castigos antes mencionados.

Si, por el contrario, el paciente está inconsciente o cerca de estarlo, la situación es mucho más seria. Si es necesario, hay que evitar traumatismos en el paciente, colocándolo tumbado de lado para que no se atragante con los vómitos. En estos casos llamaremos siempre a los servicios de emergencias, pues una persona inconsciente con intoxicación etílica grave puede entrar en estado de coma e incluso morir por una depresión respiratoria. Mientras llegan, comprobaremos que respira y, si es necesario, realizaremos las maniobras de RCP. Puede ser útil que los adolescentes y jóvenes tengan en el móvil una aplicación como "El ABC que salva vidas"  y estén familiarizados con ella, por si necesitan hacer una reanimación cardiopulmonar con ocasión de un coma etílico o en cualquier otra circunstancia.

Por tanto, es recomendable que hables con tus hijos sobre los peligros del alcohol y también sobre qué hacer si se encuentran en una situación similar a la comentada. Pero, sobre todo, que sean plenamente conscientes de que lo importante es hacer algo, nunca callárselo y alejarse. Y, si no saben qué hacer, muchas veces, la mejor forma de ayudar a un amigo es, simplemente, pedir ayuda.



miércoles, 31 de agosto de 2016

Niños con móvil: Y luego nos quejamos (y II)

Hace unos días, en la primera parte de "Niños con móvil: Y luego nos quejamos", contábamos una escena familiar en la que los niños jugaban mientras los padres miraban continuamente sus móviles y hablábamos de la importancia del ejemplo hacia los hijos.

Vamos a presentar ahora otra escena diferente, de la que también fuimos testigos hace unos meses: estamos tomando un café varias personas en una terraza un atardecer del pasado mayo. La terraza está en uno de los lados de una plaza peatonal, en un pueblo de unos 18.000 habitantes, cercano a Valladolid. Unas mesas más allá hay tres parejas tomando algo y charlando. En la mesa de al lado hay cinco niños, todos varones, a los que calculamos entre 8 y 10 años. Son los hijos de las tres parejas. Cada uno tiene su teléfono móvil y escribe constantemente. Aparentemente están utilizando alguna aplicación de mensajería instantánea (Whatsapp o similar). No hablan entre ellos, ni se miran siquiera. Sólo miran la pantalla y escriben.

Observo la escena durante unos minutos y comento a mis compañeros de tertulia: "Estos niños tendrían que estar dando patadas a una pelota, corriendo, montando en bici o en patinete... Tendrían que aprovechar para jugar, en vez de estar toda la tarde sentados, embobados cada uno con su móvil". Una de mis contertulias, que, además de madre de cuatro hijos es directora de un colegio de Primaria y habituada, por tanto, a tratar con niños y a observarlos, me responde de inmediato con un razonamiento que me parece muy apropiado: "Si los niños estuviesen jugando por la plaza, sus padres tendrían que estar echando un vistazo de vez en cuando, preocupándose de que tuvieran cuidado, que no molestaran a los demás, que no se hicieran daño, que no se acercaran a la carretera... Ahora los tienen a la vista y saben que no corren ningún peligro, así que pueden despreocuparse y tomarse el café tranquilamente."

Así que los niños protagonistas de esta escena han ganado en seguridad para ellos y tranquilidad para sus padres. Pero, ¿qué han perdido? El juego al aire libre contribuye positivamente al desarrollo del niño. En el plano físico, las mejoras en el desarrollo de su motricidad gruesa, su movilidad, la percepción de sus límites físicos y sus capacidades (y el intento de superarlos) se oponen al posible incremento del sedentarismo, la baja forma física y la posible obesidad futura de la que alertan algunos estudiosos del tema, por el uso abusivo de las pantallas. 

En cuando al aspecto psicológico, el juego en grupo fomenta la colaboración y la creatividad. Inventando o adaptando juegos los niños aprenden a establecer reglas, a respetarlas, a resolver conflictos, a escuchar, participar y llegar a acuerdos... Muchas aptitudes que más adelante, serán de incalculable valor en su vida adulta y que son muy cotizadas en diferentes empleos y profesiones. Esas capacidades de respeto a los demás y resolución de conflictos son también fundamentales en su vida afectiva y las necesitarán para enfrentarse a muchísimas situaciones cotidianas, tanto laborales como familiares y sociales.

Y ya que hablamos de la faceta social, la convivencia cara a cara, hablar en vivo, aprender a escuchar, ayuda a mejorar la expresión oral, a hacerse entender sin emoticonos y a comprender a los demás en directo, evitando malentendidos, pudiendo explicarse, corregirse y mejorar sus relaciones sociales y su capacidad de empatía.

No vamos a extendernos más sobre las ventajas del juego real sobre el uso, posiblemente abusivo, del teléfono móvil. Pero sí a hacer una reflexión sobre lo que algunos han dado en llamar las "pantallas niñera" o los "smartphones y tablets niñera": dejar a los niños "al cuidado" de un teléfono móvil o una tableta, de manera que ellos estén quietecitos en el sofá y nosotros más cómodos, mientras podemos dedicarnos a las tareas domésticas, terminar algún trabajo pendiente, leer, descansar o, simplemente, mirar nuestras redes sociales y charlar con los amigos a través de nuestro móvil. Es indudable que las "nuevas tecnologías" abren infinitas posibilidades a los chavales y que tienen que acostumbrarse a manejarlas. Pero es necesario controlar el tiempo y el uso concreto que de ellas hacen los niños. Hasta los 12 años su uso debería ser guiado por los padres o algún adulto cercano que evite, tanto el abuso como el acceso a contenidos inapropiados. Nuestra comodidad o tranquilidad, si una escena como la antes descrita se repite constantemente, tanto en casa como fuera de ella, puede estar contribuyendo a que los niños no se desarrollen ni maduren adecuadamente. El móvil puede ser un complemento, pero nunca un sustituto del juego al aire libre, de la experiencia directa ni de las relaciones humanas reales.

Es indudable que la sociedad ha cambiado y que actualmente no es fácil, sobre todo en entornos urbanos o en pueblos grandes, que los niños y niñas puedan salir a la calle a jugar libremente. Por eso debemos aprovechar esas ocasiones para enseñarles que, a veces, el mejor uso que pueden dar al móvil es dejarlo en casa.


jueves, 18 de agosto de 2016

Niños con móvil: Y luego nos quejamos (I)

Hace unos días estuvimos en un restaurante de comida rápida (hasta el propio Dr. Grande Covián reconocía llevar a su nieto de vez en cuando) un sábado a la hora de comer y presenciamos la siguiente escena: una familia formada por el padre y la madre, ambos de treinta y tantos, y dos niños, de unos cuatro y seis años estaban disfrutando sus menús. La madre no soltó el móvil de la mano prácticamente durante toda la comida y el padre lo dejaba sobre la mesa, pero lo consultaba constantemente y volvía a dejarlo. Los niños, además de comer, jugaban cada uno con su juguete, de esos que regalan con los menús infantiles.

De vez en cuando, los niños se dirigían a sus padres, preguntaban algo, querían enseñarles algo de sus juegos... Intentaban llamar su atención. Lo más que recibían era un monosílabo por respuesta que les daba el padre, sin apartar la vista de la pantalla. Uno de los niños se dirigió insistentemente a la madre, que acabó diciéndole: "No seas pesado". Durante todo el tiempo que estuvieron allí, los padres siguieron con sus móviles y los niños con sus juegos. Lo que no sabemos es si la autoestima de los niños habría mejorado en ese rato, pero muy probablemente no. 

Imagen de es.123rf.com
Esta escena no es, ni mucho menos, inusual. Este verano la hemos visto también en parques, playas, piscinas..., lugares y situaciones que podrían servir para una convivencia real entre padres e hijos. Y nos dio que pensar en el ejemplo que están dando esos padres a sus hijos, respecto a qué es más importante: jugar con ellos o atender al móvil. Los niños de esa edad no lo verbalizan, ni parecen darse cuenta, pero están interiorizando la forma de actuar de quienes suelen ser sus principales referentes en la primera etapa de la vida. Además, están observando constantemente a los adultos de su círculo más cercano y copiando consciente o inconscientemente las actitudes de las personas con quienes se sienten más unidos. Es un aspecto fundamental en su aprendizaje. Probablemente llegará un día en que esos niños tengan cada uno su móvil y no atiendan a sus padres cuando estos les pidan que hagan los deberes, que recojan su habitación, que ayuden a poner la mesa...

Por otra parte, está comprobado el uso excesivo del móvil que hacen muchos preadolescentes y adolescentes (y muchas personas no tan jóvenes). Mostrar a los niños pequeños que un smartphone es un aparato que hay que estar mirando constantemente e interactuando con él, más que con las personas, es una buena manera de acercarlos a esa actitud que puede terminar en una auténtica adicción.

Ya hemos dicho alguna vez en este blog que las tecnologías frecuentemente te acercan a quienes tienes lejos, pero te alejan de quienes tienes cerca. Recuerda, además, que la mejor educación es el ejemplo.

Clínica Panaderos - Área de Psicología

viernes, 29 de julio de 2016

Yo te leo, tú me lees...

En las entradas de verano siempre nos gusta escribir alguna con pautas útiles para las vacaciones. El año pasado, por ejemplo, escribimos "Cinco noes para disfrutar más las vacaciones", seguido de "Y cinco síes para disfrutar más las vacaciones".

Este verano no vamos a proponerte ninguna actividad que necesite pantallas, ni tecnología moderna, sino otra muy sencilla, pero muy importante para los niños
(con una edad recomendada de 1 a 10 años). Se trata simplemente de leer, pero no de que ellos lean un libro por obligación y tú leas otro para dar ejemplo, no. Se trata de leerles un libro a ellos y de que, si tienen edad suficiente y saben leer, de que ellos también te lean a ti. Y es una actividad que se puede iniciar ahora, en verano, cuando normalmente tenemos más tiempo libre, pero que puede hacerse extensiva a otras vacaciones, puentes, fines de semana, etc.

El objeto de esta entrada no es analizar la importancia de la lectura, por lo que no vamos a detenernos en ello. Sólo haremos dos afirmaciones: si los niños aprender a leer bien, les resultará más fácil estudiar, porque la lectura es una destreza básica para el éxito escolar. Y si disfrutan leyendo de pequeños, es mucho más fácil que sean buenos lectores cuando crezcan, lo cual les aportará madurez, cultura y una perspectiva más amplia de la vida. Pero en el proceso de adquisición de la afición a la lectura, el ejemplo es fundamental. Si ven a sus padres leyendo y tienen a mano libros adecuados a su edad, es más fácil que se acerquen a un libro sin que se convierta en una pelea o una obligación. Por el contrario, si nos pasamos los ratos en casa consultando el móvil, con el tablet sobre las piernas mientras vemos la tele, difícilmente podremos convencerlos de lo bueno que es leer.

Los niños deben acostumbrarse a vernos con libros en la mano desde que tienen pocos meses. Antes del año ya deberíamos leerles cuentos cortos, de esos con muchos colores y con páginas que pueden tocar: con diferentes texturas, formas, pegatinas, incluso con olores!!! Un poco más adelante, con pestañas móviles para que puedan manipularlos, o con figuras que permiten construir casas, castillos... La variedad es, afortunadamente, amplísima. Pero si, además de vernos leer y tener libros a su alcance, comparten con nosotros ratos de lectura, la experiencia será completamente distinta.

Biblioteca infantil. Imagen GFDL.
Cuando leemos cuentos a niños de 3-7 años, podemos permitirnos teatralizar la lectura: cambiar las voces según los personajes, hacer ruidos, pausas, interrumpir la lectura para preguntarles algo... En definitiva, hacer que el cuento tome vida y se sumerjan por un rato en una vivencia distinta, más completa de la historia que les estamos presentando. Y cuando ellos nos leen a nosotros, adoptan un papel similar, imitar distintas voces, enriquecer su expresión y compartirla con nosotros. Para ello, siempre habrá que escoger lecturas apropiadas a su nivel lector, de manera que su lectura no sea dificultosa y evitaremos corregir los posibles errores, siempre que no afecten a la compresión general de la historia. Además, así podremos detectar su nivel de lectura para ver si va evolucionando como debería, o necesita algún tipo de refuerzo (más adelante, ahora no es el momento).

En definitiva, la actividad que te proponemos para estas vacaciones es un rato de lectura en voz alta con niños (hijos, sobrinos...). Tú les lees un rato y, si ya saben leer, ellos pueden leerte otro. Una buena hora sería después de la cena. Es condición imprescindible apagar los móviles, tabletas, ordenadores, videoconsolas... Evitad toda distracción para dedicaros solamente a disfrutar de la lectura. El único aparato eléctrico que se permitiría sería una linterna para alumbrar las páginas del libro, por si la necesitas.

Imagínate bajar con los niños a la playa, con un buen cuento de piratas u otras historias con el mar como escenario y leérselo a la luz de la linterna, cuidando la puesta en escena y todos tus recursos expresivos. O una buena historia de misterio en un claro del bosque o en la montaña... Ten cuidado de que el cuento sea adecuado a la edad y de que los más pequeños no se asusten. Se trata de que disfruten, de que vivan una experiencia que para ellos (y también para ti) será inolvidable.

Clínica Panaderos - Área de Psicología

jueves, 14 de julio de 2016

Este verano, a cazar tigres!!!

Uno de los fastidios del verano son los mosquitos. Además, en diversas partes del mundo transmiten enfermedades como el zika, la chikungunya, el dengue o la fiebre amarilla. Son importantes los llamados "Aedes urbanos", término que incluye al mosquito tigre (Aedes albopictus) y el mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegyti), que también transmite el zika. Este último no vive en España (al menos, que se sepa), pero el mosquito tigre sí. 
Mosquito tigre hembra. Imagen del CDC

El mosquito tigre es un mosquito invasor que, procedente del sudeste asiático, se ha ido extendiendo principalmente por la costa mediterránea.Es pequeño y negro con rayas blancas y una sola raya blanca en cabeza y tórax. Sus hábitos son principalmente diurnos y vuela a baja altura. De momento, no se han observado casos de transmisión de enfermedades en España, pero el aumento de su población y su extensión hacen pensar a los científicos que esto pueda cambiar, pues se ha demostrado que puede ser vector del dengue y la chikungunya, y teóricamente podría transmitir otras enfermedades de animales a humanos.

En cuanto al Aedes aegypti, es muy conocido actualmente por ser vector del zika. Siendo de la misma familia que el mosquito tigre, los científicos se plantean la posibilidad de que éste transmitiera del zika, si picase en primer lugar a una persona infectada y posteriormente a otra sana. En todo caso, los especialistas abogan por el control de la población y distribución del mosquito tigre en España, así como para detectar la posible llegada del mosquito de la fiebre amarilla. 

App de Mosquito Alert
Para ello, la plataforma Mosquito Alert (con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el impulso de la Obra Social "la Caixa") pone a nuestra disposición la aplicación del mismo nombre. Con ella, podemos colaborar enviando datos de posibles lugares de cría, localización, fotos de ejemplares que hayamos cazado, etc. Compartiendo estos datos con los científicos responsables del proyecto, podemos ayudar a que tracen con más precisión el mapa de distribución del mosquito tigre, lo que permitiría, en caso necesario, implementar programas epidemiológicos, así como programas de concienciación, seguimiento y control.

Para recopilar y enviar los datos, contamos con una app para smartphones y tablets, disponible tanto para iOS como para Android. La versión de Android, que se llama Mosquito Alert, requiere una versión de sistema operativo 1.6 o superior, ocupa 3,5 Mb y puedes descargarla en este enlace

En cuanto a la versión para iOS, bajo el nombre Tigatrapp, es compatible con iPhone, iPad e iPod Touch, requiere iOS 7 o posterior y ocupa 3,4 Mb. Puedes descargarla pulsando aquí.

Y, si quieres atrapar muchos mosquitos, puedes fabricarte una trampa casera como las de estas imágenes. Podrás verte libre de sus molestas picaduras y, además, identificarlos para enviar los datos al proyecto Mosquito Alert.

Así que si quieres ayudar a los científicos a mejorar nuestra salud, este verano... Atrapa el tigre!!!


jueves, 30 de junio de 2016

¿Cuadernos de vacaciones, sí o no? (y II)

En la entrada anterior hablamos sobre los cuadernos de vacaciones específicamente para estudiantes de primaria que habían suspendido alguna asignatura o no habían alcanzado determinados objetivos. Ahora toca hablar del caso en que vayan alcanzando los objetivos sin dificultad. ¿Hay que obligar a los niños a que hagan cuadernos de vacaciones cuando ya han terminado bien el curso? Bueno, dicho así suena realmente fuerte y la respuesta inmediata sería "no". Pero hay cuestiones que debemos tomar en consideración:

- Si no hacen nada, ¿se van a olvidar de lo aprendido? Evidentemente, se pueden a olvidar de buena parte de lo que hayan aprendido. Pero en la mayoría de los casos, la cantidad de conocimientos que recuerden no es crucial, pues muchos los recordarán en las primeras semanas del curso siguiente. Lo realmente importante son los hábitos. ¿Tiene nuestro hijo o hija unos hábitos de trabajo y organización personal realmente consolidados? Si la respuesta es sí, entonces es poco probable que los pierdan durante las vacaciones, aunque algunas pequeñas tareas sencillas contribuirán a mantenerlos. Pero si sus hábitos de trabajo están poco afianzados, dos meses y medio de vacaciones sin tocar un lápiz y un papel pueden ser devastadores y, cuando empiece el curso, tendremos que empezar a trabajar las rutinas de trabajo, los tiempos y la organización y el año escolar que viene será más complicado que si los hubiese mantenido durante el verano.

- Si los dejamos totalmente libres, ¿cuál va a ser la alternativa? Muchos padres y madres creen que sus hijos ya han trabajado bastante durante el curso y es mejor que en verano no hagan absolutamente nada relacionado con la escuela. La idea aparentemente está muy bien, al menos en teoría. Pero el tiempo que habrían dedicado a hacer algún cuadernillo, ¿a qué lo van a dedicar? ¿Al móvil, la televisión y la tableta? ¿O realmente van a jugar con otros niños, a interactuar, divertirse y jugar? Los cuadernos de vacaciones, si decidimos utilizarlos, no deben quitar tiempo al juego, a las relaciones con familiares y amigos, al ejercicio físico que supone la bici o la piscina, a la diversión... Se trata de que quiten tiempo al aburrimiento, por ejemplo, de esos ratos muertos en los que no quieren dormir la siesta y no pueden salir a la calle, porque son las cuatro de la tarde y hace muchísimo calor. Nunca pondríamos un cuadernillo de vacaciones por delante de un par de semanas de campamento, pero sí en lugar de horas y horas enfrente de una pantalla.

Página de un cuaderno de Edufichas
- ¿Son tan duros los cuadernos de vacaciones? Si echamos un vistazo a los que encontraremos en cualquier gran superficie, veremos que en la mayoría de los casos no lo son (recuerda que no nos estamos refiriendo a cuadernos para recuperación de asignaturas suspensas). Los cuadernos de temática general para alumnado de primaria tienen actividades divertidas, juegos, bonitos colores y están diseñados para que los niños recuerden conocimientos y habilidades de una manera entretenida, e incluso divertida. Salvo que en el centro educativo recomienden un cuaderno en concreto, una buena estrategia puede ser que el cuadernillo coincida con la misma editorial que los libros de texto que el niño haya tenido durante el curso, pues seguro que tienen alguna similitud. Y otra es que el propio niño o niña escoja el que más le llame la atención, el que le atraiga, porque así en principio estará más motivado para hacerlo. Es probable que a los pocos días se canse y haya que "empujarlo" un poco, pero al menos tendremos el argumento de que lo ha decidido él.

- ¿Merece la pena gastarse el dinero en esto? Pues es cuestión de opiniones y de la situación económica de cada familia. No obstante, los precios suelen ser moderados. Un cuadernillo puede costar lo equivalente a unas cañas y unas tapas. Pero si no queremos gastarnos el dinero, podemos buscar en Internet, pues hay páginas con cuadernos de vacaciones de descarga gratuita. Tendremos que imprimir algunas páginas, pero también podremos descargar varios e imprimir solamente las páginas que nos interesen a nosotros o las que prefiera quien tiene que hacerlas. Puedes visitar, por ejemplo, las páginas www.mundoprimaria.com o www.edufichas.com, que tienen diversos cuadernos para descargar. También hay una recopilación de enlaces a otros cuadernos en el blog de Elena Jiménez Fuentes.

Para terminar, diremos que en nuestra opinión los cuadernillos de vacaciones pueden ser un buen recurso para mantener los hábitos y recordar conocimientos adquiridos durante el curso, siempre que se planteen con moderación, como algo entretenido y divertido, e intentando que llenen los ratos de aburrimiento y, si es el caso, disminuyan el exceso de uso de pantallas, especialmente en niños de corta edad.

Área de Psicología - Clínica Panaderos

lunes, 27 de junio de 2016

¿Cuadernos de vacaciones, sí o no? (I)

En los últimos años, y con mucha más frecuencia en los últimos meses, estamos asistiendo a debates sobre la importancia de los deberes escolares: madres que se manifiestan abiertamente en contra, profesores que piensan que son necesarios, psicólogos y pedagogos que defienden la necesidad de evitar la sobrecarga, otros que acentúan la importancia de crear hábitos de trabajo, etc., opinando sobre un tema que nunca se acaba de contestar satisfactoriamente para todos. Un tema, por tanto, muy de actualidad, así que, ahora que se acaba el curso, llega otro tema polémico: ¿deben hacer cuadernos de vacaciones, o no tocar un lápiz hasta septiembre?

No se puede dar una respuesta "universal", porque cada niño o niña es diferente y sus circunstancias varían mucho, pero intentaremos ayudar a tomar la decisión acertada, especialmente para niños del último curso de educación infantil y los seis cursos de primaria. Para estudiantes de secundaria, te puede interesar esta entrada: Fracaso escolar: ¿A la playa con los libros?

En primer lugar, vamos a hablar de los casos en que el niño ha suspendido alguna asignatura, o, en otras palabras, no ha alcanzado determinados objetivos. Aunque en infantil y primaria no hay exámenes de septiembre, por lo que muy probablemente no tengan trabajos obligatorios ni exámenes (al contrario que en secundaria) es muy importante reforzar las materias que no ha aprobado para rellenar lagunas y ayudar a que comience el próximo curso sin dificultades. Para eso, la información que nos facilitarán los maestros, si se lo pedimos, es fundamental. Si, por ejemplo, falla en cálculo, sin tener una dificultad educativa específica (que exigiría una respuesta más personalizada), sino solamente falta de práctica, algún cuadernillo de cuentas y problemas puede ser muy útil para que adquiera la agilidad que necesita.

Una destreza en la que pueden tener dificultad es en la escritura y, para darnos cuenta, no necesitamos la opinión de la maestra: nos basta con echar un vistazo a sus cuadernos y comprobar si se entiende bien lo que escriben, si el estilo es uniforme... A veces vemos niños de 8-10 años, e incluso adolescentes, con una letra realmente complicada de entender, incluso para ellos mismos: letras sueltas, mayúsculas en medio de las palabras sin ninguna razón ortográfica, trazos irregulares, unos rectos y otros inclinados... Muchos padres piensan que sus hijos ya mejorarán la letra con el tiempo. Pero no es cierto. La caligrafía se va personalizando según crecen, particularizándola y adaptándola a su modo de trazar, pero si la base es mala, se irá reforzando una "mala letra," personalizada, pero mala. Hacer cuadernos de caligrafía es una tarea pesada, que a ellos no les gusta, pero puede ser necesaria. Y tengamos en cuenta que corregir una mala letra a los 8 ó 9 años es mucho más fácil que a los 16. Así pues, si creemos que lo necesitan, de 15 a 30 minutos de caligrafía no son ninguna barbaridad. Y, ya que estamos, en estos casos somos más partidarios de los cuadernos específicos que de los ejercicios de copia libre (copiar algunos párrafos de un cuento...), puesto que les viene mejor un modelo en el que fijarse línea a línea y la letra, así como una pauta de determinado tamaño y espaciado.

Lo mismo se podría decir de cualquier área en la que nuestro hijo o hija haya obtenido unos resultados inferiores a los que cabría esperar. La tutora o el tutor podrá orientarnos sobre qué capacidad debe reforzar o qué conocimientos le conviene adquirir o consolidad para el curso siguiente.

Evidentemente, tenemos que dejarnos guiar por la sensatez. El verano no es, en estas edades, un momento de trabajo intensivo, ni de profundización. Es, sobre todo, de relax, descanso y desconexión, pero también son dos meses con mucho tiempo libre, en los que se puede aprovechar para suplir carencias y reforzar debilidades, pero siempre en un entorno menos reglado y con actividades que, además de ser educativas, sean lo más lúdicas y atractivas que podamos.

En la próxima entrada hablaremos sobre la conveniencia de los cuadernos de vacaciones para quienes no tienen ninguna dificultad en la escuela.

Clínica Panaderos - Área de Psicología