miércoles, 15 de noviembre de 2017

La enfermedad de chagas: ¿te suena?

La enfermedad de chagas, una de las llamadas enfermedades de la pobreza, a muchísimas personas ni les suena. O les suena a algo que existe en países lejanos. Pero la realidad es que, con los movimientos migratorios, se va extendiendo por diferentes países alejados de sus zonas endémicas y, entre ellos, por España, donde se calcula que puede haber más de 70.000 personas infectadas. Y decimos "se calcula" porque la mayoría de las personas que la tienen ni siquiera lo saben.

El chagas es una enfermedad silenciosa, que se contagia en zonas rurales pobres de América Latina, principalmente Bolivia, aunque está presente desde Méjico hasta Sudamérica y cuenta con algunos reservorios en Canadá. Esta enfermedad es transmitida por un insecto llamado "vinchuca", un tipo de chinche, concretamente el de la especie Triatoma infestans. Cuando pica, suele dejar sus excrementos en la zona y, al rascarse o frotarse la picadura, ojos, nariz, etc., el parásito Trypanosoma cruzi presente en dichos excrementos penetra en el organismo. Aparte de la picadura directa, también se puede producir la transmisión de madre a hijo durante el embarazo, así como por una transfusión de sangre o transfusión de un órgano contaminado o por vía oral, mediante la ingesta de alimentos contaminados (carne o sangre de animales infectados, partes aéreas de vegetales contaminados con heces, etc.).
Vinchuca (Triatoma infestans), vector del chagas

En países no endémicos, como España, la transmisión es prácticamente inexistente, excepto en el caso madre-hijo, pues el control sobre transfusiones y órganos para trasplantes, hacen imposible esta vía y, hoy por hoy, no existen insectos que puedan transmitirla por picadura directa o por contaminación de alimentos. La contaminación directa de persona a persona no es posible y sólo se podría infectar el personal de laboratorios de investigación que trabajan con muestras que contengan el Trypanosoma cruzi, por lo que la posibilidad es realmente remota.

¿Y por qué es una enfermedad silenciosa? Porque tras la infección inicial, los primeros síntomas (fiebre, síntomas gripales, erupción cutánea, párpado inflamado) pueden desaparecer de forma espontánea, pero, si no se trata, la infección queda en el cuerpo, donde puede permanecer latente durante más de 20 años y dar lugar posteriormente a complicaciones mucho más graves, como la miocardiopatía chagásica (inflamación del músculo cardíaco) potencialmente mortal, y problemas gástricos graves. Así pues, los síntomas de la primera fase (que podríamos decir fase aguda), aunque pueden presentarse de forma muy leve son:
  • fiebre
  • malestar general
  • hinchazón de un ojo si la picadura está cerca de éste
  • área inflamada y enrojecida en el sitio de la picadura del insecto
Después de esta fase, la enfermedad entra en remisión y, como hemos dicho, los síntomas de la fase crónica pueden tardar años en aparecer. si se presentan, pueden incluir:
  • estreñimiento
  • problemas digestivos
  • insuficiencia cardíaca
  • dolor abdominal
  • latidos cardíacos fuertes o acelerados
  • dificultades para tragar
Zonas endémicas de la enfermedad de chagas
En cuanto a la prevención, no hay vacuna para la enfermedad de chagas. La prevención se centra en intentar controlar los insectos que la transmiten, mediante medidas de desparasitación y profilaxis (por ejemplo el rociado de las viviendas humildes de zonas endémicas con insecticida), así como en el manejo seguro de la sangre y los órganos para transfusiones, trasplantes o para el estudio en laboratorio.


Respecto al tratamiento, esta enfermedad puede tratarse con benznidazol, y también con nifurtimox, que matan al parásito y son eficaces casi al 100% para curar la enfermedad si se administran al comienzo de la infección en la etapa aguda, incluso en los casos de transmisión congénita. Sin embargo, su eficacia disminuye a medida que transcurre más tiempo desde el inicio de la infección. Además, en la fase crónica pueden presentarse efectos adversos a la medicación hasta en un 40% de los casos, por lo que es el médico quien debe valorar cada caso concreto.

El tratamiento con estos medicamentos también está indicado en caso de reactivación de la infección (por ejemplo, por inmunodepresión) y en los pacientes al principio de la fase crónica. También puede ser necesario administrar un tratamiento específico para las manifestaciones cardíacas o digestivas que frecuentemente se presentan tras esa reactivación.

¿Existe peligro de contraer el chagas en España? Ya hemos dicho que no, puesto que no hay vinchucas ni otros insectos transmisores, y que las transfusiones de sangre y el transplante de órganos son seguros. Y si viajamos a alguna de las zonas endémicas, al ser el chagas la enfermedad de la pobreza, no es fácil contagiarse si viajamos a través de los circuitos turísticos habituales. En caso de visitar otras zonas con alojamientos más modestos, las medidas de prevención habituales incluyen el uso de mosquiteros tratados con insecticidas de acción prolongada, el uso de ropa protectora y la aplicación de repelente de insectos en las áreas expuestas de la piel.


Fuentes: