viernes, 31 de enero de 2014

¿Qué hacer si te quedas en blanco a medio examen?

(Nota: si tienes prisa, puedes saltar directamente al ejercicio de atención, que es el texto con fondo amarillo)

Uno de los miedos de bastantes estudiantes y opositores es bloquearse, quedarse en blanco en medio del examen: no podemos recordar un tema determinado, la respuesta a una pregunta que estábamos totalmente seguros de que habíamos estudiado a fondo, e incluso, a veces, totalmente en blanco, como si todo lo que hemos estudiado se nos hubiera borrado de la mente. Son los nervios, la ansiedad, el estrés, el cansancio, etc., que parecen haberse puesto de acuerdo para bloquearte e impedirte continuar. Sí, de acuerdo, el problema es ése, pero, ¿cómo evitarlo?

No vamos a hablar de la preparación previa, de técnicas de estudio, ni de autoconfianza. Todo eso es anterior. Tampoco de cómo hacer un examen, leer primero las preguntas, empezar por las que dominemos, no quedarse estancado en una difícil... Nos estamos refiriendo a ese momento en que estás en el aula de examen, el cuadernillo y la hoja de respuestas encima de la mesa, los bolígrafos a un lado, has leído las preguntas, incluso has empezado a responder alguna y, de repente... En blanco. ¿Y ahora? 

Imagen de www.123rf.com
Lo primero es que tienes que ser consciente de que lo estudiado sigue en tu cabeza, pero, por esos nervios, no eres capaz de encontrarlo. Lo segundo, es que, aun en exámenes con tiempo limitado, cuando cada segundo cuenta y la presión de los minutos aumenta ese estrés, es preferible perder un minuto a quedarse totalmente parado, sin hacer nada, esperando. Lo tercero: a veces, para centrar la atención conviene distraerse. O, más bien, concentrarse en algo totalmente distinto. Parece una contradicción, pero no lo es. Diríamos que, si los árboles no nos dejan ver el bosque, tendremos que cambiar la perspectiva, en lugar de empeñarnos en seguir mirando los árboles fijamente.

Claro, que distraerse no significa ponernos a soñar con las próximas vacaciones en un maravilloso crucero. Es demasiado "etéreo", no vamos a conseguirlo y, si lo conseguimos, puede hacernos perder más tiempo del que necesitamos. Tienes que centrar tu atención, ponerla a tu servicio de inmediato, pero en otra cosa distinta que no sea el examen que te está bloqueando. Para ello, te proponemos un ejercicio sencillo de "mindfulnes", de atención plena, que te ayudará a "resetear" la mente y recuperar el control de tu atención en un minuto. Se trata de la observación consciente.

Coge uno de los bolígrafos que tengas encima de la mesa (cualquier otro objeto permitido en el aula de examen puede valer, pero procura no mosquear a los profesores) y obsérvalo con mucha atención:





  • Sin mirarlo (si puedes, con los ojos cerrados o entreabiertos), pasa las yemas de los dedos a lo largo de todo el bolígrafo, despacio. ¿Es liso o tiene rugosidades? ¿De qué materiales está hecho? ¿El tacto es "gomoso" y cálido o frío, metálico? ¿Está rayado? Si es el típico boli de plástico, ¿lo has mordisqueado? ¿notas las marcas en el plástico?
  • Míralo: ¿El color es uniforme? ¿Uno o varios colores? ¿Refleja la luz? Si está rayado, ¿la luz se concentra o se refleja de otra manera en las marcas?
  • Escúchalo: Da un golpe muy suave directamente sobre la mesa y otro sobre el papel. ¿Cómo suenan? ¿Cuál de los dos sonidos es más agudo o más grave?

  • Imagen de www.123rf.com

    Así, con todas las preguntas que se te ocurran, y utilizando los cinco sentidos si es posible, fija tu atención completamente en el bolígrafo durante un minuto. Parece una tontería, pero no lo es. Estarás "reseteando" tu cabeza y es muy posible que, cuando ese minuto haya terminado, puedas volver otra vez al examen con una mente más atenta y despejada.

    Otra posibilidad es centrar la mente en la propia respiración: inspirar profundamente, retener el aire unos segundos, expulsarlo despacio, esperar unos instantes y volver a empezar, repitiendo este ciclo varias veces y fijándonos sólo en nuestra propia respiración. Sin embargo, este ejercicio es más difícil que el anterior y necesita práctica previa, pues estamos focalizando nuestra atención en nosotros mismos, en lugar de proyectarla en un objeto externo y, si no tenemos práctica, podríamos estar atendiendo a nuestra mente bloqueada, más que a nuestra respiración.

    Así pues, si no tienes experiencia en "mindfulness" y técnicas de meditación, te recomendamos el ejercicio del bolígrafo. Sirve, evidentemente, para cualquier examen o similar, pero hoy se lo dedicamos a todos los aspirantes #MIR #BIR #EIR #PIR #QIR y #RFIR que se examinan en esta convocatoria 2013/2014.

    Mucha suerte!!!

    Clínica Panaderos - Área de Psicología

    lunes, 27 de enero de 2014

    Vivir plenamente: Envejecimiento activo

    La vejez es una etapa de la vida que muchas personas temen. El inevitable y progresivo declive de las capacidades físicas y mentales acaba en lo que ha sido una constante en el ser humano a lo largo de toda la historia: el temor a la muerte. A este temor se suman otros, también angustiosos, por ejemplo a ser cada vez más dependiente de los demás y a la soledad. Según vamos "quemando etapas", de la infancia a la adolescencia, juventud y posteriormente la madurez, vamos acumulando experiencias (pérdida de seres queridos, situaciones personales difíciles...) que nos van haciendo tomar conciencia de esa etapa final. Incluso en el lenguaje se van acuñando términos para evitar hablar de vejez o de viejos: la tercera edad, la edad dorada, los "adultos mayores"...

    Sin embargo, no todas las personas envejecen de la misma manera. De hecho, la vejez es la etapa en que las diferencias individuales son mayores. Una persona de 75 años puede llevar una vida extremadamente limitada, necesitada de mucha ayuda, mientras que otra es perfectamente capaz de valerse por sí misma, de realizar múltiples actividades y llevar lo que entenderíamos como una "vida plena". Esta diferencia entre unos y otros se debe en parte a factores biológicos, pero también al estilo de vida: alimentación, actividad física, mental y social... El declive es inevitable, pero la rapidez de ese declive y la calidad de vida no.

    Para la Organización Mundial de la Salud, el envejecimiento activo es "el proceso de optimización de oportunidades para luchar por la salud, por la participación activa en la vida y por la seguridad de alcanzar calidad de vida cuando el ser humano envejece." (Documento Envejecimiento Activo, Segunda Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, Madrid, abril de 2002). Aunque no todos los especialistas, colectivos y organizaciones definen el envejecimiento activo de la misma manera, estos tres pilares básicos siempre están presentes: salud, participación activa y seguridad.

    No vamos a realizar aquí una extensa exposición sobre estos pilares del envejecimiento activo. Hay muchísimo material, tanto en papel como en Internet, y no creemos que merezca la pena copiar por copiar. No obstante, consideramos muy claros los cuatro aspectos que, en la página web Vivir con vitalidad  presenta la profesora Rocío Fernández-Ballesteros (psicóloga clínica especialista en este tema), cuando habla del plan de vida que debe trazarse la persona que desee envejecer bien, para mejorar: su salud, su funcionamiento cognitivo, su afectividad y su implicación y compromiso social.

    Hay que proponerse, pues, trabajar activamente cuatro áreas, que podríamos llamar:

    • La  salud física, a través de hábitos saludables: alimentación, ejercicio físico, evitar hábitos nocivos (no fumar, beber con moderación, sedentarismo...)
    • La salud intelectual,  mediante la actividad mental: juegos de mesa, crucigramas, lectura, actividades de desarrollo de la memoria, problemas de lógica y razonamiento, incluso aprovechando las Nuevas Tecnologías, etc., puesto que los nuevos aprendizajes compensan el declive de otras capacidades, como la memoria. Mantener la mente activa es fundamental.
    • La salud emocional, el control de la propia vida y la percepción de eficacia: emociones y bienestar, control de la propia realidad, afrontar el estrés, saber que vamos a ser capaces de desarrollar determinadas tareas y obtener resultados positivos.
    • La salud social, cultivando las relaciones con la familia, los amigos y la comunidad: no sólo ser cuidado, sino cuidar, cultivar las relaciones familiares y las amistades, participar activamente en la comunidad, enriquecer a otros con nuestra la experiencia y el saber acumulados, implicarse en la realidad política y social...). 

    Pero estas cuatro áreas no pueden ser consideradas estrictamente separadas, pues todas interactúan, de manera que el desequilibrio de una de ellas, si no es corregido adecuadamente, acabará perjudicando a las otras y, en consecuencia, a la persona. Por ejemplo, no es difícil que una persona con una vida social muy limitada sienta una soledad que acabe desembocando en una depresión: la falta de salud social habrá perjudicado su salud física y emocional.


    Es importante "trazarse un plan de vida", pues implica la decisión de "hacer", de no dejar pasar el tiempo sin más, de comprometerse consigo mismo y con los demás para mejorar nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra calidad de vida y, por ende, la de quienes nos rodean.

    Por nuestra parte (éste no deja de ser el blog de una clínica), los profesionales de la salud podemos ayudar a las personas en su camino de envejecimiento activo. La medicina preventiva, los chequeos regulares, las pautas de medicación, alimentación y ejercicio adecuado..., una serie de aspectos en los que tu médico, con el apoyo de enfermeras, psicólogos y otros especialistas puede ayudarte a trazar ese plan de vida para envejecer bien.

    Al fin y al cabo, todos acabamos envejeciendo, pero, en buena medida, está en tu mano envejecer bien. 

    Terminamos esta entrada con una anécdota que presenciamos hace poco tiempo. Una persona de cierta edad, ya con presbicia (vista cansada) se quitó las gafas para poder leer el periódico, mientras decía a su compañero de mesa: "Qué malo es cumplir años". El otro, le respondió de inmediato: "¡Es mucho peor no cumplirlos!"

    martes, 14 de enero de 2014

    MIR, EIR, PIR...: Nuevo procedimiento de reclamación

    ¿Todavía faltan unos días para el examen y ya estamos reclamando? Bueno, sí, pero no. En realidad no es que estemos reclamando, sino que te vamos a informar del procedimiento de reclamación a las preguntas de los exámenes de FSE (Formación Sanitaria Especializada), por si acaso es necesario, puesto que este año el procedimiento es nuevo.

    Como ya sabrás, a partir el día 10 de febrero se exibirán las plantillas de respuestas a los cuestionarios que las Comisiones calificadoras hayan estimado correctas, abriéndose a continuación un plazo de tres días naturales para la presentación de reclamaciones a dichas plantillas.

    En esta convocatoria 2013-14, se sustituye por primera vez el procedimiento de reclamación en papel por un  procedimiento telemático. Según establecen las Órdenes de convocatoria, los días 11, 12 y 13 de febrero se habilitará el plazo para la presentación de impugnaciones a las preguntas de examen. Por tanto, desde las 00:01 horas del día 11 de febrero hasta las 23:59 horas del día 13, estará habilitado el nuevo sistema en la página web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, dentro del apartado /Sanidad/ Profesionales/Convocatoria actual/. No te podemos indicar aquí el enlace directo a este procedimiento, puesto que no estará habilitado hasta la apertura del plazo correspondiente.

    Como el procedimiento tiene varios pasos, incluyendo identificación con DNI/NIE, etc., obtención de contraseña, redacción de la impugnación, adjuntar un PDF..., es recomendable que leas directamente la nota del Ministerio, que puedes descargarte en este enlace (documento PDF). Es importante recordar que, para presentar la impugnación a una pregunta, es imprescindible incluir al menos una referencia bibliográfica, dos como máximo.
    En todo caso, desde el día del examen (1de febrero a las 15:30 horas) hasta el de la exhibición de las plantillas de respuestas, por lo que te recomendamos que aproveches para leer la nota del MSSSI y familiarizarte con el procedimiento de presentación de reclamaciones, puesto que el plazo es de sólo tres días y, si lo dejas todo para última hora, tal vez se te pasen antes de que te haya dado tiempo.




    Si vas a presentarte al MIR, BIR, EIR, FIR, PIR, QUIR o RFIR, te deseamos mucha suerte y que tu esfuerzo se vea recompensado.

    Clínica Panaderos
    Cuídate y déjanos cuidarte!!!