viernes, 28 de julio de 2017

Garrapatas: ¿Y si ya te han picado?

En nuestra anterior entrada incluíamos algunas medidas de prevención para evitar ser picados por una garrapata en nuestras incursiones campestres. Pero, qué hacemos si tenemos una garrapata adherida a la piel? ¿Cómo quitarla evitando problemas?

Lo normal es que una garrapata tarde varias horas en infectar a la persona, por lo que es muy importante la recomendación que ya dimos en la entrada anterior: examinar cuidadosamente todo el cuerpo para comprobar si tenemos alguna garrapata, para quitarla cuanto antes, aunque sin precipitación. Además, las picaduras de garrapata no suelen ser dolorosas, por lo que pueden permanecer durante días adheridas a la piel sin que lo notes. Por eso es importante examinarse cuidadosamente el cuerpo.

En caso de que encuentres alguna, lo primero es olvidarse de los remedios tradicionales como frotarla con petróleo, o dar calor en la zona afectada, porque pueden irritar más la zona de la picadura. También es importante no aplastarla, especialmente el abdomen, pues podría regurgitar los jugos gástricos junto con la sangre que ha ingerido, inoculando fluidos infecciosos. Así pues:
  • Usa unas pinzas de borde romo y punta fina. Si no dispones de pinzas adecuadas puedes desprenderla con los dedos utilizando unos guantes finos. Procura evitar su aplastamiento.
  • Sujétala firmemente lo más cerca posible de la piel y tira de ella suavemente hacia arriba, como se muestra en la imagen.
  • Limpia bien la herida con agua y jabón o aplica un antiséptico.
  • Al terminar lávate bien las manos. 
Asegúrate de deshacerte adecuadamente de la garrapata (metiéndola en alcohol, tirándola al inodoro...) para que no se quede viva por la casa y pueda volver a picarte a ti o a otra persona o mascota.

Por último, en los días siguientes a la picadura observa si tienes fiebre o aparece alguna erupción en la piel. En esos casos, conviene ir al médico e indicarle que te ha picado una garrapata.


De todas formas, no hay que alarmarse: la mayoría de las garrapatas no transmiten ninguna enfermedad. Los casos de infección son escasos y siguiendo las recomendaciones de prevención que te dimos, no tendrás ningún problema. Y en caso de duda, ya sabes, consulta a tu médico.

sábado, 22 de julio de 2017

¿Sales al campo? Cuidado con las garrapatas

El verano es la época del año en que más gente disfruta de la naturaleza y realiza actividades al aire libre: senderismo, acampada, visitas a zonas naturales de especial belleza... Pero también es la época de mayor actividad de las garrapatas, aunque en España se pueden ver activas desde primavera a otoño. 

Las garrapatas son artrópodos, parásitos de un gran número de animales silvestres. También parasitan a los animales domésticos, tanto ganado como mascotas (especialmente perros y gatos) y de forma accidental pueden picar a los humanos. Todas las garrapatas se alimentan de sangre. El problema principal de las picaduras de garrapata son las enfermedades que pueden transmitir, que en nuestro país son, principalmente: algunos tipos de rickettsiosis y la borreliosis de Lyme. Además, de forma ocasional se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis, tularemia y fiebre de Crimea-Congo.

En cuanto a la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC), el año pasado se hicieron públicos dos casos en España, el primer caso autóctono, de los cuales un hombre falleció, relacionado con el contagio de dicha enfermedad por una garrapata en la Comunidad de Castilla y León (en zona cercana a Extremadura) y el de una enfermera que se había contagiado del primero. Estudios posteriores han detectado la presencia del virus de la FHCC en garrapatas de Castilla y León, Extremadura, madrid y Castilla la Mancha. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad considera que la probabilidad de infección FHCC en humanos en España es baja. Sin embargo, no puede descartarse que aparezca algún caso autóctono más.

Garrapata transmisora de la enf. de Lyme
El hecho de que la probabilidad de infección en humanos sea baja no quiere decir que haya que alarmarse, si vamos al campo, pero sí que conviene tomar precauciones para evitar la picadura de una garrapata. No podemos olvidar que la FHCC es sólo una de las distintas enfermedades que estos parásitos transmiten. Las recomendaciones del MSSI, principalmente para quienes van a realizar actividades en la naturaleza, son:

PROTÉGETE
• Utiliza manga larga y pantalón largo.
Evita las sandalias o calzado abierto y procura usar siempre botas cerradas con calcetines procurando que cubran la parte inferior de los pantalones.
• Usa ropa de color claro ya que así será más fácil comprobar si hay alguna garrapata sobre ella.
Camina si es posible por la zona central de los caminos y evita el contacto con la vegetación circundante.
Evita sentarte en el suelo en las zonas con vegetación.
• Utiliza repelentes autorizados y sigue siempre las indicaciones de uso de la etiqueta o folleto explicativo.
• Si sales con tu animal de compañía recuerda que es conveniente que le apliques algún antiparasitario externo autorizado. Consulta con tu veterinario. 

REVISA TU PIEL
• Al finalizar la jornada examina cuidadosamente todo tu cuerpo para detectar si te ha picado alguna garrapata y lava siempre la ropa con agua caliente. No olvides revisar a los niños.
• Revisa sobre todo las axilas, ingles, cabello, detrás de las rodillas, por dentro y fuera de las orejas, dentro del ombligo y alrededor de la cintura. Las garrapatas prefieren los lugares calientes y húmedos del cuerpo. Puedes aprovechar el momento de la ducha. Utiliza espejos si hace falta para poder ver bien todas las partes del cuerpo.
• Recuerda revisar también a tus mascotas.

No te olvides de que, como en todos los aspectos relacionados con la salud y el bienestar, lo más importante es la prevención. No dejes que una garrapata te amargue el día de campo. Protégete adecuadamente y disfruta.

Y si descubres que ya te ha picado una garrapata, pulsa en este enlace.


viernes, 14 de julio de 2017

El ABCDE del melanoma

En verano se incrementa mucho la exposición al sol, tanto en lo que a superficie corporal se refiere, pues lógicamente, por el calor, se llevamos mucha menos ropa, como por la duración (largas sesiones de playa, piscina, aire libre...). Así que no está de más recordar algunos datos sobre el melanoma, el cáncer de piel más peligroso:

Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología  (AEDV), en España se dan 4.000 nuevos casos de melanoma al año y más de 600 personas mueren debido a algún tipo de cáncer de piel, lo que significa un 40% más que hace cuatro años

Las radiaciones ultravioletas predisponen la aparición de tumores cutáneos, por lo que la inadecuada exposición al sol, así como a lámparas bronceadoras de ultravioletas es un factor de riesgo muy importante. Además, los melanomas aparecen con más frecuencia en zonas del cuerpo expuestas al sol.

En cuanto a edad y sexo, el melanoma es más frecuente en adultos entre 30 y 60 años y no hay diferencias en frecuencia de aparición entre hombres y mujeres, aunque sí son diferentes las zonas del cuerpo en las que aparecen en uno y otro sexo, que están relacionadas con las áreas de piel que se llevan más o menos cubiertas.

El color de la piel determina el riesgo de melanoma, que es más frecuente en personas de raza blanca y, dentro de ellas, en las de piel más blanca, que no se broncea con facilidad.

Los melanomas no suelen ser dolorosos. Frecuentemente, la primera señal del melanoma es un cambio en el tamaño, forma, color, o sensación de un lunar existente. En estos casos, es necesario consultar con un dermatólogo. Nos puede ser útil la regla ABCDE para detectar un posible melanoma u otro tipo de cáncer de piel:
  • "A" de asimetría. Las lesiones del melanoma con frecuencia no tienen una forma simétrica, pero los lunares benignos normalmente son simétricos.
  • "B" de borde. Los lunares benignos normalmente tienen unos bordes lisos e iguales, mientras que las lesiones del melanoma normalmente tienen bordes irregulares que son difíciles de definir.
  • "C" de color. Un lunar con más de un color (azul, negro, marrón, canela, etc.) o la distribución irregular del color a veces puede ser una señal de alarma de melanoma. Los lunares benignos normalmente tienen un solo tono de marrón o canela.
  • "D" de diámetro. Las lesiones del melanoma con frecuencia son de más de 6 milímetros de diámetro, aproximadamente el tamaño de la goma de un lápiz.
  • "E" de evolución. La evolución de los lunares es importante. Hay que prestar atención a los cambios de tamaño, forma y color.
En caso de duda, hay que consultar al dermatólogo lo antes posible, pues la detección temprana (como en cualquier tipo de cáncer) es fundamental para mejorar su pronóstico. Pero lo más importante a largo plazo es, como siempre, la prevención. Evitar las quemaduras solares año tras año, limitar la exposición al sol y hacerla en condiciones adecuadas pueden ayudar. Un estudio de la AEDV recomienda que en España las personas se apliquen una protección solar nivel 30 durante el año y de nivel 50 durante la época estival.

Recuerda esa frase que se ha hecho tan popular últimamente: la piel tiene memoria. Los excesos se van acumulando y hacen que la piel envejezca antes de tiempo y que se incrementen las posibilidades de padecer un melanoma u otro cáncer de piel. 


Fuentes:
Medline Plus (Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.)