jueves, 12 de julio de 2012

Hipócrates y el juramento hipocrático (I)

Todos hemos oído alguna vez hablar del juramento hipocrático, y sabemos que tiene algo que ver con la ética en la práctica de la Medicina. Pero, ¿de dónde viene este juramento hipocrático? ¿Por qué tiene ese nombre? Empezaremos con unos breves apuntes sobre la vida de Hipócrates, uno de los considerados padres de la Medicina

Hipócrates de Cos
Nació en la Isla de Cos, actual Grecia, en el año 460 a.C, y murió en Larisa, en el 370 a.C.). Según la tradición, Hipócrates pertenecía a una estirpe de médicos-sacerdotes (que algunos historiadores considerarían más bien "magos") y estaba directamente emparentado con Esculapio, el dios griego de la medicina. Se cree que cuando era joven viajó a Egipto y conoció los trabajos médicos de Imhotep.
Busto de Hipócrates (Museo Pushkin, Moscú)


Una de sus principales aportaciones fue la sistematización de la medicina clínica, pues pensaba que la Medicina debía ser una ciencia experimental. Se le atribuye la autoría de decenas de libros de Medicina, aunque los libros, o la mayor parte de ellos, no eran propiamente suyos, sino una recopilación de tratados de su escuela, agrupados bajo el nombre de "Corpus Hippocraticum". Eran famosos los aforismos (sentencias breves y doctrinales que se proponen como regla en alguna ciencia o arte). Uno de ellos, en traducción del Dr. Manuel Casal T. Aguado (Madrid, 1818) es:

"A veces se podrá usar
De purgantes al principio
De las dolencias agudas;
Pero esto pide gran tino,
Y hasta haber analizado
Muy bien el mal, no es debido."

En las dos últimas líneas podemos ver otro de los aspectos en que más incidió Hipócrates a lo largo de su vida profesional: la necesidad de basar la Medicina en la observación.

En los textos de la escuela de Hipócrates se concibe la enfermedad como el resultado de un desequilibrio entre los llamados humores del cuerpo. Estos cuatro humores eran: sangre (corazón), bilis amarilla (vesícula biliar), bilis negra (bazo) y flema (cerebro/pulmón), y estaban relacionados con los cuatro elementos básicos constituyentes del universo: aire,fuego, tierra y agua, respectivamente. El equilibrio entre los cuatro humores correspondía a un buen estado de salud y el desequilibrio causaba la enfermedad. Además, la preponderancia de uno de los humores sobre los demás daba como resultado uno de los cuatro tipos de carácter básico: sanguíneo, colérico, melancólico o flemático.

La teoría de los cuatro humores tuvo gran influencia posterior en la práctica de la medicina durante siglos, incluso hasta el período Neoclásico en Europa. Un ejemplo es la práctica de las sangrías (bien mediante cortes o utilizando sanguijuelas) cuya finalidad sería eliminar el exceso de sangre del cuerpo para restablecer el equilibrio de los humores.

Pero por lo que Hipócrates es más conocido en la actualidad es por el juramento hipocrático, del que hablamos en la siguiente entrada del blog.