martes, 3 de noviembre de 2015

Abuelas esclavas y envejecimiento activo (y II)

En la anterior entrada comentábamos los problemas de salud física y mental que puede suponer para los abuelos el cuidado intensivo de los nietos, sobre todo cuando éstos son todavía bebés o cuando tienen problemas de carácter.

¿Entonces apartamos a los nietos de los abuelos? No, de ninguna manera. El contacto frecuente entre nietos y abuelos es muy enriquecedor para ambos. Pero utilizamos la sensatez para distinguir colaboración y ayuda de esclavitud. Recordamos que la principal responsabilidad de cuidar y educar a los niños es de sus padres, no de sus abuelos. Hace tiempo escribimos en este blog una entrada titulada: "Vivir plenamente: Envejecimiento activo", en la que hablábamos de las cuatro áreas básicos del envejecimiento activo:
- salud física
- salud intelectual
- salud emocional
- salud social.
Pues bien, el papel de abuelos esclavos puede interferir muy seriamente en el proceso de envejecimiento activo que todo adulto mayor debería practicar. Los abuelos esclavos frecuentemente ven perjudicada su salud física, porque el cumplimiento de sus responsabilidades les exige muchas veces una actividad física superior a la que sería recomendable para su edad y estado, con el consiguiente desgaste.

Imagen de es.123rf.com
La salud intelectual requiere dedicarse diariamente a actividades de "gimnasia cerebral": juegos de memoria, problemas de lógica, pasatiempos, nuevos aprendizajes (nuevas tecnologías, educación de personas adultas, universidad de la experiencia...), para las que se necesita un tiempo que con frecuencia el cuidado de los nietos les quita.

La salud emocional implica, entre otros factores, el afrontamiento del estrés y el control de la propia vida, dos aspectos que con frecuencia pierden al estar tan involucrados con los nietos diariamente por obligación.

Y dentro de la salud social entran precisamente las relaciones familiares, pero también con los amigos y la comunidad. Cuando las relaciones familiares se limitan a cuidar a los nietos, la interacción con el resto de la familia, las amistades y otras relaciones se resienten. Además, no es infrecuente la aparición de conflictos entre padres y abuelos por los distintas maneras de educar a los niños, pues a veces los padres encargan a los abuelos la tarea de "cuidador principal", pero quieren que sus hijos sean educados de acuerdo con las pautas que ellos mismos marcan.

La Organización Mundial de la Salud aboga por el envejecimiento activo para todos los adultos mayores. Pero, para ello, es importante ayudar a los mayores a trazar su plan de envejecimiento activo, aun cuando esta ayuda sea solamente permitir que recuperen su tiempo, el control de sus vidas. Así pues, es importante que la relación entre abuelos y nietos sea una relación equilibrada y mutuamente enriquecedora, elegida libremente por los abuelos, no el resultado de una obligación impuesta por sus hijos, ni "autoimpuesta".

En conclusión, es necesaria la sensatez y el equilibrio para evitar que el cuidado de los nietos se acabe convirtiendo en una situación de auténtica esclavitud para los abuelos (y, sobre todo, las abuelas). Nuestros adultos mayores también necesitan cuidarse a sí mismos, envejecer activamente, estar sanos y ser felices.

Clínica Panaderos
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