De acuerdo con el Texas Heart Institute, tradicionalmente la enfermedad cardiovascular se ha asociado más a los hombres que a las mujeres. Por ello, se les realizaban menos estudios y, cuando se les diagnosticaba, las enfermedades cardiovasculares estaban ya en un estado más avanzado y, por tanto, con peor pronóstico. Actualmente las enfermedades cardíacas en EE.UU. afectan a más mujeres que a hombres y representan el 40% de las muertes en mujeres estadounidenses.
Esta situación, no es exclusiva de Estados Unidos. Según la Sociedad Española de Cardiología, la enfermedad cardiovascular causó la muerte de 65.048 mujeres en España en 2009, un 8% más que las sucedidas en hombres por esta misma causa. Pero esta mayor prevalencia y peor pronóstico en mujeres se produce a partir de la menopausia. La Dra. Milagros Pedreira, miembro de la SEC y cardióloga del Servicio de Cardiología y Unidad Coronaria del Centro Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), explica que a mortalidad cardiovascular se da en el 50% de las mujeres a partir de los 65 años, y es desde la menopausia cuando la mujer tiene un peor pronóstico que el hombre, pues durante la edad fértil la actividad de los estrógenos disminuye el colesterol, protege las arterias y disminuye la viscosidad de la sangre, por lo que se minimiza el riesgo de trombosis.
Otro aspecto muy importante, en el que coinciden tanto la Sociedad Española de Cardiología, como el Texas Heart Institute, es que a la mujer le cuesta más darse cuenta de que está padeciendo un ataque cardíaco. Los síntomas pueden presentarse de manera distinta en hombres y mujeres. Todo el mundo asocia un fuerte dolor en el lado izquierdo del pecho, que se irradia al brazo izquierdo, como síntoma de un probable ataque cardíaco. Sin embargo, en las mujeres el ataque cardíaco puede presentar otros síntomas:
- ardor en la parte superior del abdomen
- mareos
- malestar estomacal
- sudoración.
En muchos casos, como la mujer no siente el típico dolor en el pecho, no se da cuenta de que está padeciendo un infarto, por lo que, como ya hemos dicho, cuando llega al hospital, el proceso está ya más avanzado y el pronóstico es peor que en el hombre.
Es muy importante, pues, que te familiarices con estos síntomas, que a menudo no se relacionan con un ataque cardíaco pero sin obsesionarte, porque tampoco tienen por qué significar necesariamente que estás sufriendo un infarto. Lo mejor es hablar con tu médico, evaluar los riesgos de tu situación concreta y establecer un plan de prevención que te ayude a minimizar las posibilidades para mejorar tu salud y bienestar. De ello hablamos en la siguiente entrada de nuestro blog (pulsa aquí).
Cuídate y déjanos cuidarte!!!
Fuentes: Texas Heart Institute