Ya se sabe que la hipertensión arterial es un factor de riesgo en diferentes enfermedades, algunas de ellas muy graves, como el ictus cerebral, aneurisma, arteriosclerosis, insuficiencia coronaria, etc. Por ello, es necesario controlar la tensión arterial, pues se calcula que en España hay unos 14 millones de personas hipertensas, de las que sólo el 60% está diagnosticado correctamente.
Pero, además, el llamado "síndrome de la bata blanca" puede hacer que algunas personas, al estar en entornos sanitarios (hospitales, ambulatorios, consultas...) sufran una aceleración de sus constantes vitales, entre ellas un aumento de la tensión arterial, lo que podría dar lugar a un falso diagnóstico de hipertensión o a unas pautas de medicación mayores de las realmente necesarias fuera de ese entorno.
Por ello, puede ser recomendable, sobre todo en determinados grupos de riesgo o por indicación del médico, tomarse la tensión en casa, pues, al no aparecer este síndrome de la bata blanca, las mediciones se pueden aproximar más a los valores reales. Sin embargo, en casa la tensión no se puede medir de cualquier manera ni con cualquier aparato. La Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha) ha elaborado un sencillo protocolo, con el fin de tomar los datos correctamente y ayudar a reducir el margen de error de los diagnósticos. Es importante:
- Tomarse la tensión con un aparato homologado por Industria y las sociedades médicas, para garantizar la precisión de las medidas. Y seguir las instrucciones de manejo, postura corporal, etc., facilitadas por el fabricante, según el tipo de aparato que estemos utilizando.
- La tensión se toma durante 3 días consecutivos o a lo largo de la semana. Se tomará 3 veces antes del desayuno y 3 veces antes de la cena, dejando pasar un minuto entre cada medición y la siguiente. Siempre hay que dejar como mínimo 12 horas después de haber tomado un medicamente antihipertensivo, si es que se está tomando.
- Se tomará con la vegija vacía y sin haber comido, fumado, hecho ejercicio ni bebido café o alcohol en los 30 minutos previos a la medición.
- No se debe tomar la tensión en momentos de enfado, estrés o cansancio, ya que es más probable que la tensión haya subido en estas situaciones.
Es también muy importante entender que los datos no son para nosotros, que es el médico quien debe interpretarlos, diagnosticar y prescribir un tratamiento, si es necesario. No vale lo que le fue bien a un cuñado, a una prima o a un amigo. Por tanto, apunta las mediciones y ve al médico, que diagnosticará y, si lo necesitas, te prescribirá el tratamiento adecuado, así como las pautas de vida recomendadas específicamente para ti, teniendo en cuenta tus características personales y tu historial médico.
Cuídate y déjanos cuidarte!!!